Ayer asistimos a un magnífico concierto de cámara interpretado por dos números uno mundiales.
Maxim Rysanov y Alexander Sitkoyesky,acostumbrados al honor de multitudes, aparecieron en el escenario de la sala Mozart y quedaron atónitos al observar que la sala estaba prácticamente vacía.Pero como grandes profesionales que son no perdieron su estímulo y los apenas 50 espectadores tuvimos la suerte de apreciar la música de arco al más alto nivel.
Cambiando el orden del programa interpretaron varios duos de Mozart con clara trasparencia y diálogo de sus intrumentos: un J. Baptista Guadagnini y una viola Magini,
A continuación nos deleitaron con tres madrigales de Martinu donde el diálogo tomó el formato del siglo veinte,los aplausos hicieron reaparecer varias veces a los intérpretes antes del descanso.
Tras el receso, posiblemente contagiados de la familiaridad del evento, los maestros comentaron otra novedad en el programa consistente en la mezcla sucesiva de las invenciones a dos voces de Bach con los dúos de V.Bártok lo cual supuso una combinación deliciosa.
Acabaron con la conocida versión de la Passacaglia de Haendel arreglada por Alvorsen para dúo de violín y viola.
Los continuos aplausos y bravos fueron agradecidos por los artistas con una pieza,que compuesta para ellos supuso un estreno mundial absoluto,sirviendo de colofón a una magnífica velada que hubiera lucido mucho mas con una mayor presencia de público.
Conversando con ellos en los camerinos manifestaron su alegría de haber tocado en un escenario con sonido tan prodigioso.
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