“El Verano” es uno de los cuatro conciertos integrados en un libro de cuatro conciertos denominado “Le quattro stagioni” que a su vez forma parte de un estudio “Il cimentó dell’armonia e dell’inventione” , un conjunto de doce conciertos para cuerda y viento que Vivaldi compuso entre 1723 y 1725 y que constituyen su “Opus 8”
A pesar de haber compuesto más de 700 piezas a lo largo de su vida, muchas de ellas de belleza superior, Vivaldi prácticamente ha pasado a la historia por ser el autor de estas “cuatro estaciones” .
”Il Pete Rosso” – El cura rojo – como se conocía a Vivaldi no por sus ‘zurdosas’ tendencias políticas sino por algo más banal como ser sacerdote (bastante peculiar, pero sacerdote al fin y al cabo) … y ser pelirrojo llegó a componer durante la cúspide de su carrera para la nobleza de la época (la música de bodas del rey Luis XV de Francia incluida) pero aún así, pasó dificultades económicas y sus huesos no llegaron a acabar en una fosa común como los de Mozart – el genio de los genios-,pero sí a una sencilla tumba en el cementerio de un hospital público tras un funeral que contó con el privilegio de tener entre los niños del coro que le cantaron en su adiós a un tal llamado Joseph Haydn.
Vivaldi fue un músico muy popular en su época en Italia, en Francia, en Inglaterra… pero aún en vida, su música dejo de tener interés tanto para la clase popular que le adoraba como para la nobleza que le financiaba.Con la llegada del Clasicismo su obra directamente se ignoró y solo una “ carambola” del destino propició que la admiración que le profesaba un genio mayor: Juan Sebastian Bach, reescribiera parte de sus obras y posteriores estudiosos suyos se dieran de bruces con la obra de Vivaldi rescatando del olvido su legado.
“Le quattro stagioni” como decíamos antes es el título dado a un libro de cuatro conciertos que como virtuoso de ese instrumento que era, Vivaldi concibió para violín solista, orquesta de cuerdas y clavecín que era lo que imperaba entoces con la pequeña pero ¡Enoooorme! salvedad que dio carpetazo a los “conciertos solli” de la época en los que el violín solista llevaba todo el peso de la composición para darle un protagonismo desconocido a la orquesta de cuerda que hasta entonces se limitaba a un mero acompañamiento.
Como su nombre indica, estos conciertos evocan distintas facetas de las estaciones del año y por pura lógica el libro consta de cuatro conciertos siendo el segundo «L’estate» el que se refiere al verano.
El concierto nº 2 en Sol menor op 28 RV:315 para violín y orquesta que así se llama esta maravilla, popularmente conocida como “El verano” dura diez minutos aproximadamente y consta de tres movimientos . Para cada movimiento, el compositor escribió una breve estrofa explicativa.
- Primer movimiento: Allegro non Molto
Sotto dura Staggion dal Sole accesa
Langue l' huom, langue 'l gregge, ed arde il Pino;
Scioglie il Cucco la Voce, e tosto intesa
Canta la Tortorella e 'l gardelino.
Zeffiro dolce Spira, mà contesa
Muove Borea improviso al Suo vicino;
E piange il Pastorel, perche sospesa
Teme fiera borasca, e 'l suo destino;
Scioglie il Cucco la Voce, e tosto intesa
Canta la Tortorella e 'l gardelino.
Zeffiro dolce Spira, mà contesa
Muove Borea improviso al Suo vicino;
E piange il Pastorel, perche sospesa
Teme fiera borasca, e 'l suo destino;
Bajo dura estación por el Sol encendida
Languidece el hombre, languidece el rebaño, y arde el pino;
Suelta el cuco la voz, y cuando la entienden
Cantan la torcaz y el jilguero.
El Céfiro dulce sopla, pero en disputa
Se mueve Bóreas de improviso a su lado;
Y llora el zagal, porque suspendida
Teme a la fiera borrasca, y su destino.
Suelta el cuco la voz, y cuando la entienden
Cantan la torcaz y el jilguero.
El Céfiro dulce sopla, pero en disputa
Se mueve Bóreas de improviso a su lado;
Y llora el zagal, porque suspendida
Teme a la fiera borrasca, y su destino.
Describe el intenso calor del verano. En él oímos el canto de las aves, el cú-cú en figuras de dobles corcheas por el violín solista, la tórtola, el jilguero hasta que un piano evoca la lenta respiración de un céfiro.
Todo ello desaparece por un fuerte viento y el llanto del pastor temeroso a la tormenta. Vientos huracanados descritos por dobles corcheas en toda la cuerda finalizan el movimiento.
- Segundo movimiento: Adagio-Presto-Adagio
Il timore de' Lampi, e tuoni fieri
E de mosche, e mosconi il Stuol furioso!
Roba a sus miembros laxos el reposo
El miedo al relámpago, y los fieros truenos
¡y de las moscas, y moscones, el tropel furioso!
El miedo al relámpago, y los fieros truenos
¡y de las moscas, y moscones, el tropel furioso!
Vivaldi recrea a través de la lenta melodía del violín solista el ambiente tranquilo del descanso veraniego hasta que violines, violas y bajos repiten una misma nota con figuras breves y en tempo más rápido sonidos de sonidos de moscas y moscardones.
- Tercer movimiento: Presto
Ah, che pur troppo i Suo timor Son veri
Tuona e fulmina il Ciel e grandinoso
Tronca il capo alle Spiche e a' grani alteri.
¡Ah, que son sus temores verdaderos!
Truena y fulmina el cielo y granizoso
Trunca las cabezas de las espigas y los granos altera.
Truena y fulmina el cielo y granizoso
Trunca las cabezas de las espigas y los granos altera.
Gran cantidad de insectos revolotean y huyen de la tormenta. El virtuosismo por el solista describe rayos que iluminan un cielo de tempestad, hasta que llega la tormenta descrita por la orquesta con breves y veloces figuras.
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